Aprende a cuidar tu piel> de la resequedad extrema en tu día a día. Checa nuestros tips y mantén una piel saludable y radiante.
La piel seca o con resequedad puede tener mayor riesgo de sufrir agrietamiento y descamación, por lo que requiere de cuidados especiales, a fin de prevenir lesiones, entre otras complicaciones y más aún si se padece de enfermedades crónicas como diabetes, entre otros padecimientos, que están relacionados con mayor riesgo de deshidratación cutánea.
Para prevenir y tratar la resequedad de la piel es común el uso de cremas humectantes, ya que retienen el agua la mantienen en la última capa y funcionan como una barrera protectora.
Asimismo, cremas con urea suelen ayudar al cuidado de este tipo de piel. La urea destaca como uno de los humectantes naturales más efectivos y es primordial para ayudar a mantener el balance de humedad y flexibilidad de la piel.
¿Sabías que cuando disminuye la cantidad de urea en la epidermis puede producirse una pérdida en su capacidad de retener agua y humidificarla? Esto da como consecuencia que pueda sufrir rugosidad, tirantez, descamación e irritación e incluso llegue a agrietarse.
Los talones, codos y rodillas suelen ser zonas, que pueden sufrir de sequedad, por lo que debes poner especial atención, sin el cuidado adecuado es probable llegar a sufrir de agrietamiento que de evolucionar a fisuras o lesiones se vuelven un campo abierto a contaminación y bacterias que pueden producir alguna infección.
Consejos para cuidar tu piel seca de la resequedad extrema
A continuación te presentamos algunas recomendaciones que puedes tomar en cuenta para el cuidado y prevención de la piel seca o con resequedad:
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Báñate con agua templada, porque si la usas muy caliente puede resecar tu piel.
- No talles tu piel al lavarla esto solo la irrita y podría empeorar condiciones como el acné o la sensibilidad.
- Trata de tomar duchas cortas y no más de una vez al día, pues los baños prolongados y muy frecuentes pueden eliminar los aceites naturales que proteger a la piel.
- Usa jabones suaves, aquellos productos abrasivos suelen eliminar la humedad de la piel porque han sido formulados para eliminar la grasa.
- Lava tu rostro con jabones suaves todos los días, antes de dormir para eliminar impurezas y maquillaje, y al despertar para eliminar el sudor.
- Cuida tus talones secos y agrietados: Antes de dormirte pon a remojar tus pies por unos 10 minutos en agua tibia, incluso puedes agregar un poco de jabón, luego sécalos sin restregar. Enseguida frótalos con una esponja o lima suave para quitar la piel muerta. Aplica crema humectante y ponte unos calcetines de algodón.
- Aplica crema humectante o hidratante después de bañarte. Seca tu piel con palmaditas y enseguida aplícala, así retendrá la mayor cantidad de agua.
- Vuelve a aplicar crema a lo largo del día, cada que sientas la piel seca, especialmente en las manos, brazos, codos, piernas y talones, sobre todo, en caso de exponerte a climas extremos de viento y frío.
- Protégete del daño solar usando productos humectantes con protector solar con al menos un factor de protección solar(FPS) de 30, usándolo, incluso en días nublados.
- Evita fumar. La nicotina y otras sustancias químicas que contienen los cigarrillos alteran la oxigenación y nutrición de estructuras importantes para la salud y elasticidad de la piel, contribuyendo a la aparición de arrugas.
- Dejar el hábito del tabaquismo también puede ayudar a proteger a tu piel de la sequedad, porque el calor y el humo no inhalado pueden secarla y dañar su superficie.
- Utiliza un humidificador en casa si el ambiente es muy seco.
- Utiliza ropa con telas suaves como el algodón que permitan que la piel respire.
Hay muchas cosas que puedes hacer en tu rutina para mantener tu piel suave e hidratada, sin embargo, si notas que el problema es más constante y después de todo, la resequedad no mejora, consulta al médico.
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¡Cuídate!
Consulta a tu médico.